"La soledad llega a convertirse en un hábito, que a veces proporciona una cálidad intimidad y otras un abisal desconsuelo. En este instante no sería capaz de mirarme al espejo sin pegarme un tiro en la cabeza".
El médico de Ifni
J.R.
(Tu soledad es quien mejor me habla)
jueves, 23 de diciembre de 2010
Garabatos
A veces me olvido de mí.
Pero qué digo, siempre me olvido de mí.
Y en muy pocas ocasiones me doy cuenta.
Como ahora.
(Palabras encontrados en un cuaderno viejo)
Pero qué digo, siempre me olvido de mí.
Y en muy pocas ocasiones me doy cuenta.
Como ahora.
(Palabras encontrados en un cuaderno viejo)
viernes, 5 de noviembre de 2010
viernes, 15 de octubre de 2010
LSDV
"Apuré el último sorbo de café y la contemplé en silencio unos instantes. Pensé en lo mucho que deseé refugiarme en aquella mirada huidiza que se temía transparente. Pensé en la soledad que iba a asaltarme aquella noche cuando me despidiese de ella, sin más trucos ni historias que ofrecerle con que engañar su compañía. Pensé en lo poco que tenía que ofrecerle y en lo mucho que quería recibir de ella."
Leyendo viejos cuadernos con hojas aún en blanco
Leyendo viejos cuadernos con hojas aún en blanco
Sin respuesta
En una tarde de esas en las que te da por dudar de ti misma, y empiezas a pensar en qué punto de tu vida estás, de dónde viniste y hasta dónde estás dispuesta a llegar.
Preguntas en mi cabeza que no tienen respuesta
Preguntas en mi cabeza cuyas respuestas sólo dependen de mí.
Qué sensación de libertad,
y al mismo tiempo
qué sensación de vacío
B.
Preguntas en mi cabeza que no tienen respuesta
Preguntas en mi cabeza cuyas respuestas sólo dependen de mí.
Qué sensación de libertad,
y al mismo tiempo
qué sensación de vacío
B.
jueves, 9 de septiembre de 2010
Fotografías
Parece que hasta que no pasa el tiempo y miras hacia atrás no te das cuenta de todo lo que has tenido, de todos los momentos tan dulces que has vivido, ni siquiera recuerdas las lágrimas. Es lo que tiene mirar fotografías, esas pocas que guardas en el ordenador desde que los carretes se convirtieron en algo antiguo. Y ahora, consciente y melancólica, se te dibuja una sonrisilla que te hace más bonita aún. Y saboreas por unos instantes eso que llaman felicidad, felicidad por verte en las fotos, rodeada de la gente que te quiere, que te ha cuidado siempre, desde que un día llegaras a sus vidas sin saber muy bien por qué. Felicidad por verte feliz, aunque sólo sea en la pantalla de un ordenador.
(Gracias por cuidarme, por quererme, por llenar mi vida y los gigas del PC con tu alegría, tus sonrisas, tu cariño, tus consejos y tu amistad)
(Gracias por cuidarme, por quererme, por llenar mi vida y los gigas del PC con tu alegría, tus sonrisas, tu cariño, tus consejos y tu amistad)
viernes, 30 de julio de 2010
Días
Es extraño saber que los días que hasta ahora se te antojan monótonos y aburridos, acabarán formando parte de esas tantas cosas irrelevantes que acabarás echando de menos en un futuro no tan lejano. Y piensas en todos los momentos que ya forman parte de ese bagaje melancólico, tantos y a la vez tan pocos....
Quieres describirlos con palabras, pero acabas desistiendo; imposible frasear milésimas de una vida que a simple vista no suponen nada.
Y pasan los días, las semanas, esperando resignada a que llegue ese momento en el que echarás de menos las tardes como ésta.
Quieres describirlos con palabras, pero acabas desistiendo; imposible frasear milésimas de una vida que a simple vista no suponen nada.
Y pasan los días, las semanas, esperando resignada a que llegue ese momento en el que echarás de menos las tardes como ésta.
sábado, 26 de junio de 2010
Cansada
Cansada de todo
y cansada de nada
Cansada de ser un estorbo
un segundo plato
un "¿aquí ha pasado algo?"
Cansada
Cansada de ti, de todos, de nadie
Cansada de mi
Cansada de que pasen cosas
y no pasen
Cansada de escribir siempre lo mismo,
de sentir siempre lo mismo
de pensar siempre lo mismo,
de vivir siempre lo mismo.
Tan cansada
que ya no me quedan fuerzas,
ni ganas
Cansada...
(Gracias por no permitir que me equivocara)
y cansada de nada
Cansada de ser un estorbo
un segundo plato
un "¿aquí ha pasado algo?"
Cansada
Cansada de ti, de todos, de nadie
Cansada de mi
Cansada de que pasen cosas
y no pasen
Cansada de escribir siempre lo mismo,
de sentir siempre lo mismo
de pensar siempre lo mismo,
de vivir siempre lo mismo.
Tan cansada
que ya no me quedan fuerzas,
ni ganas
Cansada...
(Gracias por no permitir que me equivocara)
sábado, 19 de junio de 2010
Canciones
Palabras que te recuerdan aquello que te niegas a olvidar
aquello que te niegas a aceptar
palabras que te recuerdan lo que albergas en lo más profundo de tu alma,
palabras que te dicen lo que aún apenas has pensado.
Melodías que no puedes sacarte de la cabeza
que te acompañan en cada minuto de tu día a día, en cada segundo
Melodías que te hacen sonreir
Melodías que te hacen llorar.
Notas escritas por desconocidos que te dicen lo que sólo tu conoces
y que se convierten en revelación
que te abren los ojos
que te hacen soñar.
Así es la música
tu mejor amiga,
tu peor pesadilla,
tus sentimientos en forma de palabras
que no dicen nada
y que lo dicen todo.
Cambiamos las personas, las circunstancias... pero las canciones siempre sobreviven para recordarnos algo que un día pasó, o que quizás no
(Háblame en canciones)
aquello que te niegas a aceptar
palabras que te recuerdan lo que albergas en lo más profundo de tu alma,
palabras que te dicen lo que aún apenas has pensado.
Melodías que no puedes sacarte de la cabeza
que te acompañan en cada minuto de tu día a día, en cada segundo
Melodías que te hacen sonreir
Melodías que te hacen llorar.
Notas escritas por desconocidos que te dicen lo que sólo tu conoces
y que se convierten en revelación
que te abren los ojos
que te hacen soñar.
Así es la música
tu mejor amiga,
tu peor pesadilla,
tus sentimientos en forma de palabras
que no dicen nada
y que lo dicen todo.
Cambiamos las personas, las circunstancias... pero las canciones siempre sobreviven para recordarnos algo que un día pasó, o que quizás no
(Háblame en canciones)
viernes, 11 de junio de 2010
Ahora
Ahora,
Ahora mismo tendría a un chico en mi cama,
un desconocido entre las sábanas,
o una desconocida.
Ahora,
Ahora estaría subiendo lentamente por mis piernas,
por mis rodillas,
por mis muslos,
por mis caderas.
Ahora llegaría a mi cintura,
y jugaría con mi ombligo,
Ahora seguiría subiendo,
por mis costillas,
mi pecho,
mi clavícula.
Ahora,
Ahora llegaría hasta mi cuello,
y mi respiración se dispararía,
y me sentiría excitada,
y nerviosa,
y ansiosa.
Y ahora,
ahora quizás su boca volvería a bajar,
para excitarme aún más.
Ahora,
Ahora.
Pero mañana,
mañana al despertar
quisiera ver tus ojos,
tocar tus dedos,
besar tu boca...
Mañana,
Y ahora,
Ahora también...
Ahora mismo tendría a un chico en mi cama,
un desconocido entre las sábanas,
o una desconocida.
Ahora,
Ahora estaría subiendo lentamente por mis piernas,
por mis rodillas,
por mis muslos,
por mis caderas.
Ahora llegaría a mi cintura,
y jugaría con mi ombligo,
Ahora seguiría subiendo,
por mis costillas,
mi pecho,
mi clavícula.
Ahora,
Ahora llegaría hasta mi cuello,
y mi respiración se dispararía,
y me sentiría excitada,
y nerviosa,
y ansiosa.
Y ahora,
ahora quizás su boca volvería a bajar,
para excitarme aún más.
Ahora,
Ahora.
Pero mañana,
mañana al despertar
quisiera ver tus ojos,
tocar tus dedos,
besar tu boca...
Mañana,
Y ahora,
Ahora también...
sábado, 8 de mayo de 2010
Con las ganas
Recuerdo que al llegar ni me miraste, fui solo una más de cientos y, sin embargo, fueron tuyos los primeros voleteos. Cómo no pude darme cuenta que hay ascensores prohibidos, que hay pecados compartidos, y que tú estabas tan cerca.
Me disfrazo de ti. Te disfrazas de mí. Y jugamos a ser humanos en esta habitación gris.
Muerdo el agua por ti. Te deslizas por mí. Y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir.
Mis anclajes no pararon tus instintos, ni los tuyos, mis quejidos. Y dejo correr mis tuercas y que hormigas me retuerzan. Quiero que no dejes de estrujarme sin que yo te diga nada. Que tus yemas sean lagañas enganchadas a mis vértices.
Me disfrazo de ti. Te disfrazas de mí. Y jugamos a ser humanos en esta habitación gris.
Muerdo el agua por ti. Te deslizas por mí. Y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir.
No sé que acabó sucediendo, sólo sentí dentro dardos. Nuestra incómoda postura se dilató en el espacio. Se me hunde el dolor en el costado, se me nublan los recodos, tengo sed y estoy tragando, no quiero no estar a tu lado.
Me disfrazo de ti. Te disfrazas de mí. Y jugamos a ser humanos en esta habitación gris. Muerdo el agua por ti. Te deslizas por mí. Y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir.
Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos… Y las palabras se me apartan,
me vacían las entrañas Finjo que no sé, y que no has sabido. Finjo que no me gusta estar contigo… Y al perderme entre mis dedos te recuerdo sin esfuerzo
Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos.
(Z.)
En los días malos acabo acordándome de los buenos momentos,
y eso no es bueno...
Me disfrazo de ti. Te disfrazas de mí. Y jugamos a ser humanos en esta habitación gris.
Muerdo el agua por ti. Te deslizas por mí. Y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir.
Mis anclajes no pararon tus instintos, ni los tuyos, mis quejidos. Y dejo correr mis tuercas y que hormigas me retuerzan. Quiero que no dejes de estrujarme sin que yo te diga nada. Que tus yemas sean lagañas enganchadas a mis vértices.
Me disfrazo de ti. Te disfrazas de mí. Y jugamos a ser humanos en esta habitación gris.
Muerdo el agua por ti. Te deslizas por mí. Y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir.
No sé que acabó sucediendo, sólo sentí dentro dardos. Nuestra incómoda postura se dilató en el espacio. Se me hunde el dolor en el costado, se me nublan los recodos, tengo sed y estoy tragando, no quiero no estar a tu lado.
Me disfrazo de ti. Te disfrazas de mí. Y jugamos a ser humanos en esta habitación gris. Muerdo el agua por ti. Te deslizas por mí. Y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir.
Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos… Y las palabras se me apartan,
me vacían las entrañas Finjo que no sé, y que no has sabido. Finjo que no me gusta estar contigo… Y al perderme entre mis dedos te recuerdo sin esfuerzo
Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos.
(Z.)
En los días malos acabo acordándome de los buenos momentos,
y eso no es bueno...
viernes, 9 de abril de 2010
Stop
Me harté de la espera, la ausencia, el silencio, el ruido, la calma, el frío.
Me harté de las promesas, los sueños, el olvido, de tu cara, de mis latidos.
Me harté de hacer siempre lo mismo, lo que es debido,
lo que se supone que tengo que hacer y no lo que he querido.
¡Stop!
¡Stop!
Y me bajo aquí, en medio de la nada,
y sin nada.
Sólo con piruletas de chocolate.
Me harté de las promesas, los sueños, el olvido, de tu cara, de mis latidos.
Me harté de hacer siempre lo mismo, lo que es debido,
lo que se supone que tengo que hacer y no lo que he querido.
¡Stop!
¡Stop!
Y me bajo aquí, en medio de la nada,
y sin nada.
Sólo con piruletas de chocolate.
Cosas que nunca te dije (I)
Nunca te dije que te admiré,
que lo fuiste todo para mí.
Que reí, que lloré,
que fui feliz y quise morir por ti.
Después de tanto tiempo no sé por qué recuerdo esto,
quizás porque nunca te lo dije
aunque siempre lo supiste.
Porque reflejarme en tus ojos llenaba mis días.
Tu boca, tus manos, tu cuerpo,
toda entera tú me hacías temblar.
Nadie volvió a perfumar mis sábanas,
ni a despertarme con las caricias que me regalabas.
Sí, por eso me acuerdo de ti,
porque acabo de caer que jamás he vuelto a querer.
Volver a querer...
"Quiero detener el viento
Quiero detener el tiempo,
Y quiero despertar"
que lo fuiste todo para mí.
Que reí, que lloré,
que fui feliz y quise morir por ti.
Después de tanto tiempo no sé por qué recuerdo esto,
quizás porque nunca te lo dije
aunque siempre lo supiste.
Porque reflejarme en tus ojos llenaba mis días.
Tu boca, tus manos, tu cuerpo,
toda entera tú me hacías temblar.
Nadie volvió a perfumar mis sábanas,
ni a despertarme con las caricias que me regalabas.
Sí, por eso me acuerdo de ti,
porque acabo de caer que jamás he vuelto a querer.
Volver a querer...
"Quiero detener el viento
Quiero detener el tiempo,
Y quiero despertar"
martes, 30 de marzo de 2010
Las tardes en las que no nos despedimos
Odio las tardes en las que no nos despedimos, y las mañanas en las que no desayunamos, las noches en las que no reímos, y sólo lloramos.
Odio los días en los que no te veo, y las semanas en las que no hablamos, los meses en los que no te entiendo y sólo te extraño.
Quizás por eso,
te quiero tanto.
B.
(Qué extrañas eres, soledad,
porque a veces te odio -demasiado-
y, al mismo tiempo, eres mi más simple reflejo)
Odio los días en los que no te veo, y las semanas en las que no hablamos, los meses en los que no te entiendo y sólo te extraño.
Quizás por eso,
te quiero tanto.
B.
(Qué extrañas eres, soledad,
porque a veces te odio -demasiado-
y, al mismo tiempo, eres mi más simple reflejo)
sábado, 27 de marzo de 2010
Viceversa
Unas palabras que me encantan de un señor que me encanta
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
O sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
Mario Benedetti
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
O sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
Mario Benedetti
miércoles, 24 de marzo de 2010
En el cajón de la mesita de noche
Cuando no encuentro las llaves del coche, las busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí están.
Cuando no encuentro la pulsera que me acompaña cada día, la busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí está.
Cuando no encuentro un par de velas en una noche oscura, las busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí están.
Cuando no encuentro unas fotografías antiguas que me hagan recordar, las busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí están.
Cuando pierdo una barra de labios (esa que a ti tanto te gusta), la busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí está.
Cuando necesito un pañuelo para secar las lágrimas (en un segundo de nostalgia), lo busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí está.
Cuando quiero un caramelo (que se deshaga lentamente en mi boca), lo busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí está (con sabor a regaliz).
Cuando me faltan monedas (que acaban convirtiéndose en cervezas), las busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí están.
Por eso miré esta noche en el cajón de mi mesita de noche.
Porque no encuentro, he perdido, necesito, quiero y me faltan tus besos.
Pero no los encontré.
Alguien rebuscó en el cajón de mi mesita de noche.
Cuando no encuentro la pulsera que me acompaña cada día, la busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí está.
Cuando no encuentro un par de velas en una noche oscura, las busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí están.
Cuando no encuentro unas fotografías antiguas que me hagan recordar, las busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí están.
Cuando pierdo una barra de labios (esa que a ti tanto te gusta), la busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí está.
Cuando necesito un pañuelo para secar las lágrimas (en un segundo de nostalgia), lo busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí está.
Cuando quiero un caramelo (que se deshaga lentamente en mi boca), lo busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí está (con sabor a regaliz).
Cuando me faltan monedas (que acaban convirtiéndose en cervezas), las busco en el cajón de la mesita de noche. Y ahí están.
Por eso miré esta noche en el cajón de mi mesita de noche.
Porque no encuentro, he perdido, necesito, quiero y me faltan tus besos.
Pero no los encontré.
Alguien rebuscó en el cajón de mi mesita de noche.
lunes, 22 de marzo de 2010
Efervescente
"A mí eso de la vida me ha recordado, aunque quizá no siempre, una pastilla efervescente, carminativa la llaman para darle importancia: canturrea, enmascarada entre burbujas, bajo el agua, casi inmóvil, un poco temblorosa, pegada apenas al fondo del vaso. Luego trata de incorporarse y trepa despacito por el cristal igual que una salamanquesa vacilante. Se pone de perfil para pasar más inadvertida, pero lo que la empuja por un lado la hace rendirse por el otro... Sólo al final, después de un hervor frío, llega a la superficie y se ofrece a la vista del que la beberá. Pero ya está roída, gastada, desastrosa y, por fin, inexistente. Eso es lo que se llama un éxito. Un éxito, en nuestro género de buitres."
(A. G, Los papeles de agua)
(A. G, Los papeles de agua)
domingo, 21 de marzo de 2010
Despertar
Desde el pasillo tus pasos me desvelan.
¿Por qué te vas?
Abro los ojos. Doy vueltas entre las sábanas.
¿Preparada para soñar?
Abro la ventana, y salto, y vuelo, y llego a ese lugar que tantas veces he visitado.
Y me siento al borde del acantilado, acariciando flores que huelen a vainilla.
Y siento el aire en el cuello, sobre la espalda, entre mis piernas.
Y suena el despertador.
B.
¿Por qué te vas?
Abro los ojos. Doy vueltas entre las sábanas.
¿Preparada para soñar?
Abro la ventana, y salto, y vuelo, y llego a ese lugar que tantas veces he visitado.
Y me siento al borde del acantilado, acariciando flores que huelen a vainilla.
Y siento el aire en el cuello, sobre la espalda, entre mis piernas.
Y suena el despertador.
B.
sábado, 20 de marzo de 2010
Dolor
"El dolor es extraño.
Un gato que mata a un pájaro, un coche accidentado, un incendio.
Llega el dolor, BANG, y allí está, se introduce en ti. Es real.
Y para cualquiera que te vea, parecerás un imbécil. Como si te hubiese caído una idiotez repentina.
No hay cura para ello mientras no encuentres a alguien que comprenda cómo te sientes y sepa ayudarte".
(C. B., Mujeres)
Un gato que mata a un pájaro, un coche accidentado, un incendio.
Llega el dolor, BANG, y allí está, se introduce en ti. Es real.
Y para cualquiera que te vea, parecerás un imbécil. Como si te hubiese caído una idiotez repentina.
No hay cura para ello mientras no encuentres a alguien que comprenda cómo te sientes y sepa ayudarte".
(C. B., Mujeres)
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