Parece que hasta que no pasa el tiempo y miras hacia atrás no te das cuenta de todo lo que has tenido, de todos los momentos tan dulces que has vivido, ni siquiera recuerdas las lágrimas. Es lo que tiene mirar fotografías, esas pocas que guardas en el ordenador desde que los carretes se convirtieron en algo antiguo. Y ahora, consciente y melancólica, se te dibuja una sonrisilla que te hace más bonita aún. Y saboreas por unos instantes eso que llaman felicidad, felicidad por verte en las fotos, rodeada de la gente que te quiere, que te ha cuidado siempre, desde que un día llegaras a sus vidas sin saber muy bien por qué. Felicidad por verte feliz, aunque sólo sea en la pantalla de un ordenador.
(Gracias por cuidarme, por quererme, por llenar mi vida y los gigas del PC con tu alegría, tus sonrisas, tu cariño, tus consejos y tu amistad)
(Gracias por cuidarme, por quererme, por llenar mi vida y los gigas del PC con tu alegría, tus sonrisas, tu cariño, tus consejos y tu amistad)